A lo largo del siglo XX se han recuperado y han surgido nuevas prácticas curativas que han llevado el campo de la sanación un paso más allá de la visión mecanicista que la medicina occidental empezó a consolidar durante el siglo XIX. Retornando a la concepción de que el ser humano es una unidad de cuerpo y mente, y reconociendo que el principal sanador de las enfermedades es el propio organismo como unidad psicosomática, estas escuelas se han abierto paso como una alternativa a la medicina oficial, pero también como una manera integral de entender la salud y el bienestar del ser humano.
De aquí la aparición de las escuelas de homeopatía, diversas técnicas corporales, las flores de Bach, el revolucionario mundo de las vitaminas, o el nuevo emerger de las plantas medicinales...
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